viernes, 29 de enero de 2010

32 y 23



El dos y el tres están malditos.

Ya el trazo es sibilino, casi sicalíptico. Obliga a besar antes de mirar y mirar antes de pensar. Y antes de que lo adviertas, se te enreda.

El tres llama a enredarse y el dos es una arandela para sujetarte, con pinzas, claro.

Si la sabiduría es romana, las 23 puñaladas a Julio César debieron haberme hecho sospechar.

Pero me gustó la idea de que, según el código de telégrafos, indicara una línea nueva. Y hay números que se marcan, y otros que marcan vidas.


Venero y odio a partes iguales el 23 desde hace 23 años. Feliz aniversario

2 comentarios:

Enric Draven dijo...

Pues son esas cosas que a veces, suceden, que por besar antes de pensar, o por no haber besado de tanto pensar, terminas por arrepentirte. Sé de lo que hablo.

petons

Enric

ANNE :) dijo...

muy creativo y diferente :) el 23 de la linea de nueva de telegrafos me hizo reir no esta tan mal como las puñaladas
saluudos