lunes, 27 de abril de 2015

Cadencia lenta (como la hoja que cae danzando despacio)

Hay una mirada que se va

Una vida pasando en mate

Como la forma en que te gustaba revelar las fotos
Y dispararlas

Cuánto tiempo de preparación
Cuánta queja por tu esmero
Cuánta broma recurrente
Y tú silente
Callado
Click.

Un índice de reflex
Que tarda media vida
Que encuadra, enfoca
Un guiño
Para sacarnos perfectas
Guapas
Sonriéndote
Brillando

Y hacías que la luz fuera tan bella
Y la profundidad de campo tan amplia
Como tu corazón

Aprendí a congelar el agua de la fuente
Contigo
A luchar, reescribir, borrar
... a soñar
A disparar con tu objetivo...
... y me enseñaste a marcarme los míos
Con tu guía
Supervisando mis movimientos
Siempre
Con sigilo
O tocando mi hombro
Y mostrándome el camino
Tu camino
Mi camino
El camino que ahora se desborda
Como el río

Se convirtió en algo tan importante
Que te sintieras orgulloso de mi
Y aunque no te arrancase de los labios un te quiero
Aprendí a vértelo en los ojos
Junto a una enorme sonrisa
La satisfacción de la realización
Mi vida, la tuya

Aprendí a ver tantas cosas en tu mirada
Que te sé sin verte
Te escucho sin oírte
Te veo en cada parpadeo con ojos cerrados

Te quiero sin palabras
Porque no hay diccionario
Ni tesauro
Ni glosario en este planeta
Ni en los cientos de millones de estrellas
Que definan lo que te quiero
No hay vínculo más poderoso
Que el ser tu hija
Y haberte querido
Tanto y con tantas ganas
Que cuando todo se apague
Quedará el rumor de nuestras confidencias sin palabras
Y ojos cerrados
Y siempre estaremos juntos
Por dimensiones, mundos, universos
Nos sonreiremos todo el tiempo

Qué bonita la sonrisa que tenías cuando descubriste Berlín
Y a mi en él
Haciendo tu sueño realidad
Y de paso, el mío

Eres mi alma gemela
Y te vas a ir
Y me faltará un hueco
Tan grande
Que no habrá nada
Absolutamente nada
La nada
La desconexión
La náusea

Y ahora, cuando te apagas
Aunque yo no quiera
Aunque tú no quieras
Aunque los que te queremos te lloramos
Porque sufres
Porque te dueles
Porque se te apagan los ojos
Y la esperanza
Ahora, cuando parece que te apagas
Yo te quiero más
Y daría lo que fuera
Por salvarte
Por no dolerte
Por curarte por dentro

Pero sólo soy aquella niña pequeña
Que rezaba para que fueras un santo
Y ahora me doy cuenta
De que uno no sabe lo que pide
Por lo que pide
Lo que está pidiendo
Hasta que lo tiene delante
Y le arrolla.

Fotografía de Perfecto Rueda. (Desierto del Sáhara)

4 comentarios:

patapalo dijo...

Es tan bonito que he llorado...

kay dijo...

:*

jgkayser dijo...

Eres grande prima, sois grandes. Te quiero

An@ dijo...

Él ya está en tí, así que lo llevarás siempre contigo. Serás su versión mejorada y ese es el mejor regalo y el mejor homenaje que puedes hacerle.