Hecho lágrima reverberaba en él el sonido del segundero. Y le dolía la cabeza y temblaba. Se obligó a anular latidos, sonidos, olores y luces. Se hizo concéntrico. Ponía tanto empeño en borrarlo todo que acabó por diluirse del todo. Y ese todo fundió a negro.
Cuando volvió a abrir los ojos estaba de pie en la cocina y se había rebanado un dedo con el mismo cuchillo que te hubiera clavado de aparecer delante. Crecer y jugársela o fluir con la corriente y desaparecer.
Sherezade, hay que pensar en frío. Y sí, disfrazarse de puntos suspensivos hasta que caiga el telón
3 comentarios:
Crecer y jugársela siempre. Aunque haya que clavar cuchíllos o sacártelos de las entrañas con determinación y sangre fría.
Qué bien leerte, verla, escucharle...
"...y se había rebanado un dedo con el mismo cuchillo que te hubiera clavado de aparecer delante".
+1
Me encanta esa frase.
Madrid sigue sin dejarme pensar en frío aunque haya sido la b.s.o de la semana.
Yo, de momento, elijo fluir.
Publicar un comentario